miércoles, 31 de diciembre de 2014

Capítulo once.

''Imposible es imaginar 
el poder estar con alguien más
te mantienes constante en mi mente
y al hacerlo me recorre un hormigueo
que en la orgía más espesa
ni en un mar de caricias se pueden confundir
tus manos en mi piel
tienes la medida exacta y el roce perfecto
para hacerme sentir''

 Estaba en mi casa leyendo poemas eróticos, ¿el por qué? ni idea, solamente me apeteció buscar algo interesante que hacer y es lo primero que se me pasó por la cabeza. 

Quizás me estaba volviendo loca y no era culpa mía sino de un gilipollas teñido de rubio. No sabía el por qué de mi comportamiento lanzado ni de mi mente tan oscura, yo que siempre he sido una mujer tranquila, alegre y de mente pura, vale, quizás lo de pura no tanto pero ahora todo ha dado un giro de 180º por culpa de él. Mi conciencia estaba día a día ahí para tocarme los ovarios y hacerme recordar todo. 


''Esperemos que sea cierto y estés preparada''
''Que bien suena mi nombre en tu boca de esta manera''
''Hazlo sobre mí'' 


Debía parar de pensar justo en ese momento, tenía que borrarlo de mi mente como fuera pero era difícil ya que tenía que verle bastantes días la cara al que ha causado todo esto en mí.


Esto te pasa por no tener novio
– Que te calles
Te jode que te lo diga porque es la verdad
– He dicho que te calles idiota
Yo solamente digo lo que piensas


Y era verdad. Que vida más desgraciada podía llegar a tener, tengo veinticinco años y estoy más sola que la una. A este paso encontraré pareja a los cuarenta y no podía permitir eso, Bea tenía razón en lo de que necesitaba un polvo aunque miradme me estoy volviendo loca. El problema de ahora es como narices voy a conseguir mirar a Carlos a la cara sin que me den ganas de tirármelo en el momento.


Me apunto en la mente el poder controlarme, no sé si podré pero apuntado está y eso es lo que importa. Las clases con Carlos no han vuelto a ser lo mismo después de lo ''nuestro'' y es lo más incómodo del mundo, quiero hablar con él pero ¿cómo lo hago? mi corazón me va a mil cuando le veo o como mi conciencia dice ''tu corazón está bien quieto, a ti lo que te va a mil es el coño'' que también pero quien sabe ¿no? dios que lío.


***


Sábado, nueve de la mañana.


Me desperté con la menor gana posible pero tenía que levantarme, hoy debía ir a vender mis cuadros para que sean expuestos en la galería de mi tío. Pensaréis ''Oh Carlos tus cuadros van a estar en una galería, siéntete importante'' si pero no, la galería de mi tío es lo más básico que puede haber hasta ahora pero lo mejor que me viene en estos instantes para poder pagar la hipoteca. Me levanté de la cama y me di una ducha lenta, tenía que despejarme rápido y lo sabía pero mi vagueza me lo impedía. Salí con la toalla en la cintura y decidí la ropa que me iba a poner, algo sencillo, unos vaqueros rotos, camiseta de manga corta gris, chaqueta de cuero y una de mis bandanas de colores, me había vuelto un loco obseso con ellas pero sabía controlarme ¿o no? con _____ no me controlé....

_____ de nuevo en mi mente, ¿por qué no podía sacarla? era una mujer atractiva eso había que decirlo pero he estado con más mujeres y nunca me había pasado esto, mi puto miembro se pone feliz cada vez que la ve y es algo complicado bajar su felicidad. 

¿Qué habré hecho yo en otro mundo para merecerme esto? 

Sacudí mi cabeza y me vestí, cogí mis cuadros, las llaves del coche, las de casa y cerré la puerta saliendo a paso rápido ya que me tenía que dar muchísima prisa. 

Esto te pasa por ser un puto vago de narices
– ¡No empecemos!.- me grité a mi mismo, me estaba volviendo loco de los pies a la cabeza.
Esto empezó desde que ella entró por la puerta de tu casa
– ¿Qué tiene que ver ahora _____?
Todo
– Lo que digas


***


No tenía mucho que hacer hoy pero me apetecía salir con otras dos personas que considero también buenos amigos. Me vestí con unos vaqueros rotos, un top que llegaba hasta un poco más arriba del ombligo y unas converse. Cogí el bolso y salí en busca de estas dos personas "misteriosas". No habíamos quedado muy lejos - cosa que agradecí- pero todavía tenía que adentrarme más en esta ciudad. Llegué a la puerta del sitio donde habíamos quedado Lourdes, a la que yo especialmente llamo Lou o mi querida zorra y con Miguel. Esperé unos minutos y noté un aliento en mi cuello.

– Tía buenaaaaa.- escuché una voz femenina
– Algún día te voy a meter un guantazo por hacerme este tipo de cosas.-reí 
– Encima que te hago un cumplido todavía te quejas.- levantó una ceja
– Aquí Miguel invisible se manifiesta.- les di dos besos a cada uno
– Contadme ¿qué tal os va todo?.-pregunté mientras nos dirigíamos a nuestro destino, elegido por Miguel o Mickey como yo le llamo a veces.
– A mi me va genial, he encontrado un trabajo en el que me pagan de puta madre y.- hizo una pausa
– ¿Yyyy?
– Que tiene novio.- dijo Mickey que al segundo se llevó un sonoro golpe en el brazo 
– ¡Eso ha dolido!
– Te jodes, por no dejarme decírselo
– ¿Cómo se llama?.- pregunté interesada
– Álvaro.- sonrió mordiéndose el labio.- ya te lo presentaré, está para comérselo.
– Y tanto, que pena que no sea gay.- bufó Mick y reímos.- No sé de que os reís estúpidas, estoy más solo que la una
– Eso ya lo sabíamos tontaina.- contestó Lou riendo.- pero bueno dejemos a mi Álvaro tranquilo y cuéntanos ¿qué tal te va a ti?
– Me va bastante bien, estoy dando unas clases de pintura.- sonreí
– ¿Es profesor? si lo es preséntamelo, quizás sea gay y así le hago un favorcillo
– Te puedo asegurar que no es gay
– Eso es que se lo ha follao ya.- carcajeó Lou y no le faltaba razón, todavía me venía a la mente nuestro asunto y sin saber por qué los calores me subían, contrólate _____.
– Se le están subiendo los colores a la guarrilla esta, y yo que pensaba que era una santa.- volvió a reír Lou
– Dejemos el tema y entremos, hemos llegado al sitio que os quería enseñar

***

Entramos y quedé totalmente alucinada. Era una exposición en una pequeña galería. Que bien me conocía Mickey y se lo agradecía, no podía haber acertado trayéndonos a este lugar.

– Yo no entiendo nada.- comentó Lou de repente
– ¿El qué no entiendes?
– Todo esto, no entiendo que tienen unas simples pinceladas para que se considere una obra de arte
- eso me tocó un poco la vena
– Cada persona se expresa de una manera, quizá para ti no tenga sentido alguno pero créeme que si te interesaras un poco más entenderías este mundillo.- dije despreocupada y continúe observando estos cuadros.

***

Estaba en la parte trasera de la galería donde estaban todos los cuadros, esculturas u otro tipo de obras de más personas. Me traje cuatro cuadros con el propósito de que llamasen la atención por lo que transmitían y estaba seguro de que uno de ellos lo haría. Salí de la parte trasera y entré en la exposición para colgar esos cuatro cuadros que yo pinté con mis propias manos.

***

Me encantaban, estaba completamente enamorada de cada metro cuadrado de este sitio, por pequeño que fuera reflejaba lo que en verdad es una exposición de arte. Seguí ojeando un poco más y me quedé de piedra al ver ese cuadro, no podía ser. 

– Yo lo mato.- susurré
– ¿A quien vas a matar?.- preguntó Mick pero no respondí, le busqué con la mirada y allí vi una cabellera rubia a la que en cero coma iba a arrancar. Aceleré el paso, agarré su chaqueta y le empotré con la pared.
– ¿Qué cojones hace ese cuadro aquí?
– Wow que humos.- sonrió, esto no iba a acabar bien. Estiré de su chaqueta y yo misma le llevé detrás de todo esto, al almacén.- tranquilízate un poco.- sacudió su chaqueta 
– ¿Tú eres gilipollas o naciste ayer? 
– Ninguna de las dos.- volvió a sonreír
– Te juro que como vuelvas a sonreír te corto los huevos
– ¿Sonreír cómo?.- se acercó a mí hasta mantener una distancia.- ¿así?.- y lo volvió a hacer
– Tú te lo has ganado.- le agarré del paquete con todas las fuerzas posibles y noté una mano ahí abajo. Será hijo de puta.- aparta tu mano de mi coño ahora
– Aparta tu la tuya de mis huevos

Esta situación era de lo menos normal y lógica que podía haber. 

– ¿Quién coño te crees que eres para tocarme?.- escupí
– No sé, dímelo tú señorita multiorgasmica.- retorcí mi mano y él la suya, me estaba matando.
– A este paso me vas a explotar un huevo y no guapa no.- el muy gilipollas se tomaba todo esto a cachondeo y me estaba tocando bastante la moral.
– Te he dicho que me sueltes
– Como digas.- su fuerza fue disminuyendo pero no apartó su mano cosa que ya me estaba cabreando
– ¿No entiendes el español o qué?.- agarró mi mano derecha que estaba en sus partes y la apartó.
– Esta me la pagas.- en un abrir y cerrar de ojos estaba contra la pared con las dos manos sobre mi cabeza sujetadas con su mano derecha. Su mano izquierda seguía ahí pero acariciando suavemente por encima del pantalón y en este mismo momento quería matarle.
– Suéltame.- conseguí susurrar pero no me hizo caso.- Carlos, suéltame.- su mirada se cruzó con la mía y joder... ¿por qué tenía que ser tan jodidamente complicado? estaba cabreada de eso no tenía duda pero las ganas de que me hiciera suya en este almacén podían más conmigo y aquí es donde me doy cuenta de que más bipolar que yo no se puede ser pero a tomar por culo que me folle aquí mismo si le da la gana, yo sabía que aunque quisiera resistirme mi cuerpo haría todo lo contrario. Su mano desabrochó mi pantalón y se adentró pero por encima de mi ropa interior, manos de santo cero. Noté mis manos atadas a algo y así era, me  ató con su bandana.

– Así estás más a mi disposición.- me guiñó un ojo
– Me estás..- me calló con un beso fuerte, pedía demasiado. Una de sus manos se proponía adentrarse en mis barrios bajos por decirlo de alguna manera. Sentía mis piernas flaquear y no entendía el por qué, Elías ya me había tocado ahí cuando estábamos juntos y nunca me había pasado esto.  Se alejó de mí y empezó a reírse, ¿qué?

– Mírate, estás deseando que te folle aquí mismo
– Quizás eres tú el que quiere follarme a mí.- ¡ZAS! _____ 1, Carlos 0
– Tus ojos no dicen lo mismo y parece ser que tu cuerpo tampoco.- mierda.
– Más quisieras.- aparté la vista pero el mismo hizo que volviera a mirarle 
– Volverá a pasar y eso lo sabes
– Jamás voy a volver a acostarme contigo, no eres nada del otro mundo.- me cogió por la cintura y se acercó a mi oído 
– Veremos cuando me pidas suplicando que te bese o te acaricie, o mejor aún.- hizo una pausa.- veremos cuando me pidas que te de todo lo que yo sé.- susurró, echó su mirada hacía abajo, me subió los pantalones y los abrochó como si fuera lo más normal del mundo.- ahora me voy guapa, tranquiliza esas hormonas.- me guiñó un ojo y me dejó ahí con las manos atadas. 


– Será capullo.- dije antes de desatarme la bandana con la boca
Será todo lo capullo que tú quieras pero que cachonda me ha puesto hasta a mí.- dijo mi conciencia 
– No me toques el coño
De eso ya se ha encargado él

ZAS de nuevo. 

¡Mierda! Lou y Mickey. Salí del almacén y estaban ahí sentados en unos asientos que había.

– ¡Aparece la diosa del Olimpo!
– ¿Se puede saber quien es ese y qué habéis hecho ahí adentro?.- preguntó Lou 
– Es un capullo, en cuanto le vuelva a pillar se caga.- estaba enfurecida
– ¿Eres paleta?.- me preguntó Mick
– No me vaciles Miguel ¿y a qué viene eso?
– Abróchate la bragueta.- rieron los dos.- vaya ese capullo te ha dejado bien puesta en tu sitio.- comentó Lou
– Vayámonos de aquí por favor, ya he tenido suficiente

***

Llegué a casa y lo primero que hice fue darme una ducha, quería sentirme limpia.- bajarme el calentón.- y quitar todo el rastro de sus roces. Me había dejado con ganas de más y odiaba que me dejaran a medias. Puto rubio de mierda, bueno que ni siquiera es rubio pero lo de subnormal lo tiene. 

Me enjaboné y lavé todo el cuerpo, salí con una toalla y me puse el pijama. Necesitaba descargar mi ira y que mejor manera que haciendo lo que más me gusta, fui a mi habitación, encendí el ordenador y puse música, en especial una de mis canciones favoritas en este momento, crazy in love de beyoncé. Puse un lienzo nuevo en el caballete y ahí empecé a desahogarme lo mejor posible. Mis pinceladas iban al ritmo de la música. 

lunes, 18 de agosto de 2014

Capítulo diez.

Escuchad la canción 52 en todo el capítulo POR FAVOR. La canción me la recomendó @Blueheartbea (Bea en la novela) así que los derechos pa' ella JAJAJA, vale ya me dejo de enrollar y os dejo con el cap. 


¿Había dicho que le dejé con calentón o ha sido imaginación mía?, ¿el que íbamos a acabar? dios creo que me estaba volviendo loca pero reaccioné al suave roce de sus manos en mi trasero pero ¿qué? ¿qué se creía este? estamos bien y ahora viene con intenciones de que vamos a follar.

– Carlos quita tus manos de mi culo.- sujeté sus manos y me miró a los ojos, no sé si os dije que los tenía verdes claros, bueno pues ahora los veía oscuros y eso hizo que mi corazón palpitara a cien por hora. Me estaba mirando a los ojos y fue bajando hasta que su mirada se plantó en mis labios, sus brazos hicieron fuerza y me elevaron haciendo que mis piernas se enrollaran en su cintura. Mis manos se posaron en su cuello y Carlos me pegó a la pared haciendo que mi piel reaccionara al frío de esta.- ¿Qué me vas a hacer?.- pregunté y él sonrió acercándose a mi oído.
– ¿Yo? nada malo.-susurró y noté mi cuerpo temblar, basta de susurros al oído.
– No me susurres por favor.- dije en su mismo tono
– ¿Por qué? ¿te molesta?.- lo volvió a hacer joder
– No
– ¿Entonces que te hace sentir?.- está vez me bajé de su cintura pero seguía pegada a la pared
– Nada.- mentí, me hacía sentir nerviosa y excitada.
– No mientas
– No lo hago.- volví a mentir y sus manos se metieron por dentro de la parte trasera de mi pantalón. Me apretó el culo dios. Sus manos salieron de mi pantalón y lo comenzó a bajar lentamente, sin dejar de mirarle mis pies actuaron y empujaron el pantalón por el suelo dejándolo lejos. Carlos se agachó y besaba mis piernas suavemente, oh dios.
– ¿Ahora no sientes nada?.- dijo con la voz ronca, madre de mi vida. Sus labios subían lentamente hasta mi feminidad, la besó por encima de la tela suave que tenía mi ropa interior y no pude evitar soltar un pequeño gruñido, él seguía subiendo y esta vez fue hacía mi cuello, sentía su respiración y me estaba volviendo loca.- dime que es lo que piensas que voy a hacerte _____.- no contesté, estaba impactada.- dímelo
– N..no lo sé.- odiaba cuando me hacía contestar así de nerviosa
– Sé que me tienes ganas.- dijo y depositó un beso en mi cuello
– Eso es mentira
– Pues yo te tengo ganas.- susurró, ¿qué tenía con los susurros?.- tengo ganas de que me arañes la puta espalda, de escuchar mi nombre en tu boca, de darte el mejor polvo de tu vida, de recorrer todo tu cuerpo con mis labios .- si decía que mi corazón iba a cien por hora sería poco, ¿cómo podía decirme esto tan directamente? lo mejor es que estaba tranquilo, ni una muestra de nada.
– Dios.- susurré, sabía que mañana llevaría un buen chupetón en el cuello y no me hacía mucha gracia pero es que no quería romper este momento, tenía razón, le tenía ganas.
– Vamos a deshacernos de esto, me molesta.- dijo refiriéndose a mi camiseta, pensar que iba a tener su piel contra la mía sólo hacía que tuviera ganas de más. Mi camiseta también quedo por el suelo. De vuelta a sus manos que de santas no tenían ninguna, estas acariciaban mi cintura con delicadeza, su tacto sobre mi me daba pequeñas descargas de electricidad, no literalmente. Tenía que decir que sabía como excitar a una mujer y me preguntaba si con todas ha sido así.- ¿En qué piensas?.- pensaba en nuestros cuerpos formando uno, en ti susurrando mi nombre mientras lo hacemos, en tus labios sobre los míos y muchísimas más cosas.


No respondí.


– Eres mujer de pocas palabras ¿eh?, me sorprende.- sonrió y dirigió su mirada hacía el cuadro que yo antes elogié.- ¿sabes quienes son las personas de ese cuadro?.- asentí.- dilo.- volvió con los putos susurros a mi oído.
– Nosotros
– Chica lista.- rió leve.- vayamos a mi cuarto.- solté un pequeño grito ya que me sorprendió que me cogiera en brazos.


Llegamos a su habitación, la puerta estaba medio abierta así que él la abrió y la cerró con el pie, las persianas estaban bajadas pero no del todo, todavía se veía algo de luz. Esta situación me estaba poniendo, y mucho. El chaval era condenadamente sensual y sexy.


Seguía cogida en brazos pero él decidió recostarme en su cama, que por cierto era grande. Con su mano derecha fue acariciándome por el cuello, pecho, abdomen y la parte que ahora mismo me estaba ardiendo por dentro. Ahora con la ayuda de la otra mano fue bajando mis bragas y dándose cuenta de que llevaba un tatuaje. 


– I'm ready for you.- sonrió pícara.- me gusta tu tatuaje.- me sonrojé.- esperemos que sea cierto y estés preparada.- ¿qué tenía en mente? claro que estaba preparada.... o no, no lo sé. Mis bragas desaparecieron y el acarició mi feminidad, mis piernas se tensaron y el lo notó.- Shh tranquila.- se puso encima de mi mientras me besaba. Dios sus putos dedos, ahora sabía que no solamente tenía buenas manos para la pintura. Su lengua jugaba con la mía, era un beso lento sin prisa alguna y eso me gustaba. Introdujo otro maldito dedo dentro de mi y santa virgen. Carlos apoyó su cabeza en mi hombro mientras susurraba cosas y yo solté un gemido, en escasos segundos hizo un movimiento brusco dentro de mi que hizo que gritara su nombre.
– Por...favor
– Que bien suena mi nombre en tu boca de esta manera.- sonrió en mi cuello y sacó los dedos de mi feminidad, sentía que se me iba a salir el corazón, que sensación tan excitante.
Me había dejado masturbar por Carlos, definitivamente quería más. Vi que ahora me sentó encima suya, notaba su erección contra mi.
– Vamos a quitarte esto.- sin dejar de mirarme él estaba dispuesto a quitarme el sujetador pero me adelanté y me lo quité yo, lo tiré al suelo y él sonrió.- vaya.- me recosté de nuevo bajo su mirada.

Comenzó a quitarse los pantalones y vi sus calzoncillos de calvin klein un poco ajustados. Mis piernas se engancharon haciéndole caer sobre mi, le besé con todas mis ganas, sabía que aún no se había quitado el calzoncillo pero de eso se ocuparon mis pies.


– Si que tienes ganas.- rió


JO-DER


Estaba duro y mucho, su miembro estaba rozando contra mi, santa virgen. 


– ¿Tomas pastillas?.- asentí.- genial.- con esto dicho se introdujo despacio sobre mi mientras me miraba, mi espalda se arqueaba poco a poco y mis manos agarraban las sábanas, abrí los ojos y le vi con la mandíbula tensa y con sus ojos cerrados, rodeé su cuello y lo atraje hacía mi, le besé y posó todo su cuerpo sobre mi menos una mano que la tenía apoyada en el colchón para no dejar todo su peso. Lo hacía con tranquilidad y sé que disfrutaba cada embestida tanto como yo. Mis uñas se clavaron sobre su espalda y soltó un gruñido que hizo que se me pusiera la carne completamente de gallina.


Su corazón latía tan rápido y fuerte como el mío.


– Más.- susurré.- rápido.- besó mi cuello y me hizo caso, comenzó a ir más rápido, este hombre me estaba haciendo perder el aliento con cada movimiento que hacía, reconozco que he tenido sexo con hombre pero no lo disfruté tanto como lo estaba haciendo ahora. 

Dios que hombre y que energía.

Sujeté su cara con mis manos e hice que me mirara, sus mirada estaba llena de lujuria y eso me ponía a mi. Sin avisarme dio una de las mejores embestidas de toda mi vida y ahí si grité como si la vida misma me fuera en ello, sentía que iba a llegar al éxtasis. Levanté mi cuerpo un poco y nos dimos la vuelta quedando yo encima.

 Hazlo sobre mi.- ahora me tocaba acariciarle y eso hice, mis manos tocaban su torso desnudo haciendo figuras suavemente con mis dedos mientras seguía de él. Me eché sobre su cuerpo, agarré sus hombros y me deslicé lentamente hacía él. Sabía y sentía que dentro de poco se iba a correr y yo también, besé su boca con ansia de nuevo y sus brazos rodearon mi cuerpo. Volvimos a la misma posición de antes, él encima y yo debajo. Siguió haciéndolo rápido hasta que los dos llegamos y ya disminuyó el ritmo.


Sin duda había sido el mejor polvo que me habían echado en toda mi vida.


Me alejé de Carlos y mis ojos comenzaron a cerrarse hasta el punto en el que me quedé dormida.


.....


Vi que _____ se quedó dormida así que aproveché para ir a darme una ducha, recogí mi ropa y la eché a lavar. No me gustaba no asearme después de haber tenido sexo, además tenía que lavarme el dibujo del pecho que estaba un poco borrado pero aún se veía, me metí dentro de la ducha, encendí el agua templada y fui lavándome hasta que mi espalda me escoció por el roce del agua. Me toqué la espalda como pude y noté los arañazos.


Vaya, mujer que araña mucho es mujer posesiva. Reí para mi mismo y seguí duchándome intentando que el agua no tocara mucho mi espalda pero era algo complicado.


Salí de la ducha y me apoyé en el lavabo y mi conciencia me habló.


¡Tío por fin has tenido sexo con ella! joder tienes hasta mejor cara
– No empecemos
Mejor cara si pero el mismo humor de perros tse
– Estoy contento
Para no estarlo, acabas de usar tu miembro tío

Sonreí y mi conciencia se esfumó, me di la vuelta y me vi los arañazos, me quedé con la boca abierta. Me sequé el pelo y salí del baño con la toalla en la cintura.

Entré en mi habitación y _____ seguía dormida, me iba a vestir y tampoco me importaba mucho que ella me viera el trasero, busqué una camiseta ancha para que no me doliera mucho la espalda, cogí los calzoncillos y un pantalón pirata. Me cambié y dejé la toalla en el baño. Al volver a mi cuarto vi que toda la ropa de _____ estaba por el suelo así que decidí recogerla y dejarla en la silla que tenía al lado de mi cama.


Salí de nuevo dejando dormir a _____ y decidí comer algo, no tenía ganas de cocinar así que saqué una pizza del congelador y la puse al horno. Mientras se hacía fui al salón y miré el móvil. Me conecté a wa y me llegó un mensaje.


– Tío ¿qué tal todo?
– Como siempre ¿a ti cómo te va?
– Más o menos igual, joder necesitamos alguna tía, estamos amargados
– No Alex, tú necesitas una tía yo no
– ¿A qué te refieres?
– A que yo estoy bien así
– No me creo eso
– No te lo creas
– Va ¿te apetece salir a dar una vuelta o algo?
– No puedo, estoy ocupado con alguien
– No me jodas, yo pensaba que eras gay jajajaja
– Yo siempre he pensado que eras travesti JAJA y no a ti no te jodo pero a otra si que la he jodido bien
– ¿Con quien?
– La chica a la que le doy clases de pintura
– ¡¿Tu alumna?! joder eso suena a película ¿y dónde está?
– Tío tienes que dejar de ver tantas series JAJAJA, está durmiendo
– ¿Tanto la has cansado para que se quede dormida?
– No ha sido como con las demás
– ¿Me estás tomando el pelo?
– Anda vente a mi casa y hablamos mejor
– Vale pero ¿tendrás comida no?
– Claro que tengo, siempre tengo comida


Me desconecté de wa y fui a por la pizza, cogí dos platos y los llevé al salón, estaba seguro de que Alex no tardaría en venir y no me equivoqué.


– Ábreme.- dijo tras la puerta
– ¿Cómo coño has llegado tan rápido?
– Estaba en el bar de abajo con Marina, tío está obsesionada contigo
– ¿Qué hacías con ella?.- pregunté y pasamos al salón
– Ni yo mismo lo sé
– Pues genial.- reí
– ¿Dónde está ella?
– Está durmiendo ya te lo he dicho gilipollas
– Eh eh que humos.- reímos los dos.- ¿tienes cervezas?
– Si, ya sabes donde están.- Alex fue a la cocina y yo fui a mi habitación para ver si _____ seguía dormida, entré silenciosamente y el gilipollas de mi amigo va y grita
– ¡Tío no encuentro las cervezas!
– No grites.- susurré y le lancé una mirada asesina.- mira abajo y pasame una
– Ah ya está.- cerró la nevera.- cógela.- me lanzó la cerveza y la cogí.- ¿me la presentas?
– No
– ¿Por qué?
– Pero no ves que está durmiendo atontao, vayamos al salón venga
– Vale vale


Fuimos al salón y pusimos la tele, ¡hostia! hoy echaban fútbol. 

– ¿Con qué equipo vas hoy?.- me preguntó
– Mm hoy con el de azul ¿tú?
– Con el blanco
– Quieres pelea ¿eh?.- asintió y brindamos con las cervezas mientras comíamos la pizza
– Tío ¿qué era eso que me has dicho por wa de qué la chica no era como las demás?
– Ya sabes.- contesté encendiendo un cigarro
– No no sé, explícate.- dijo bebiendo de su cerveza
– Ya sabes que con las anteriores chicas que he estado el tema de sexo siempre ha sido rápido.- asintió e hizo una mueca para que siguiera.- con ella no
– Te estás quedando conmigo ¿verdad?
– Para nada
 – Marco no me jodas que te estás enamorando.- por poco me atraganto con el humo del
cigarro
– No no no
– ¿Entonces? no te entiendo
– No lo sé, la chica es guapa y me atrae pero no me gusta, no es de mi tipo
– Joder pues para que no sea de tu tipo mira donde está
– Cállate imbécil.- Alex rió
– Vaya, te ha tocado bien la vena malhumorada.- me dio un golpe en la espalda y me quejé
– No me des en la espalda por dios
– ¿Qué te ha pasado?
– _____
– Oh ese es su nombre ¿y qué te ha hecho?
– Arañarme
– Todas te arañan Carlos, ella no es distinta.- giré la cabeza hacía él, dejé el cigarro en el cenicero y me quité la camiseta.- quieto que yo no quiero nada contigo.- bufé
– Dime si no es distinto a otras veces, me escuecen tío y nunca unos arañazos me han hecho tanto daño
– La virgen, retiro lo dicho.- rió.- si que te tenía ganas eh
– Si la hubieras visto.- cogí y me volví a poner la camiseta
– Ya me la prestarás.- me guiñó un ojo y le pegué tal colleja
– ¿Tú eres tonto o qué?
– Vaya vaya tranquilo.- miró la hora.- me tengo que ir ya, ya nos veremos y ya me dirás si la bella durmiente despierta.- nos dimos un abrazo y se marchó.


Recogí los platos y las latas, fui a la cocina y metí los platos al lavavajillas. Tiré las latas y fui al salón. No quería despertar a _____ pero me sentía culpable el no hacerlo, joder no sabía que hacer. 


Seguí con el cigarro que había dejado a medias, me quité la camiseta y abrí el balcón, hacía mucha calor. Me senté en el sofá e intenté tener cuidado con la espalda, me escocía la vida pero me gustó que fuera así, lo sé, soy masoquista. 


No sabía que hacer, Alex y yo habíamos ignorado el fútbol y ahora no es que echaran algo interesante salvo hacer zapping y eso hice. Me eché en el sofá y de repente escuché un ruido que provenía de mi habitación, fui hacía allí y abrí la puerta lentamente, _____ se estaba levantando.


– Hola.- susurré y dio un pequeño bote
– Hola.- dijo tímida
– ¿Qué tal estás?
– Bien, supongo ¿y tú?
– Con un dolor de espalda de mil pares de narices.- ella hizo una mueca de no entender y me puse delante de ella de espaldas.- me has dejado marca
– Lo siento.- dijo cabizbaja 
– ¿Qué te pasa?
– Nada
– _____ deja de mentir por favor
– ¿Y qué quieres que te diga?.- me acerqué a ella, cogí su mano y le hice levantar para que se pusiera delante de mi, le rodee la cintura y me dirigí a su oído
– ¿Qué te pareció?.- ella se acercó a mi oído 
– El mejor sexo de toda mi vida.- sonrió y eso me hizo sonreír a mi

jueves, 14 de agosto de 2014

Capítulo nueve.

Escuchad la canción 8 en TODO el capítulo por favor.

Elias y yo estábamos en un bar tomándonos unos refrescos mientras hablábamos de alguna que otra cosa.

– Y cuéntame ¿en qué trabajas?.- me preguntó
– Ahora mismo me están dando clases de pintura.- sonreí
– Entonces era cierto, tu pasión era y es la pintura 
– Si, amo ese mundillo donde puedes expresarte sin tener que hablar y solo con las manos, ya sabes
– Entiendo, ¿qué quieres tomar?
– Creo que una coca cola estará bien
– De acuerdo, ahora vengo.- sonrió y Elias fue a pedir las bebidas, mientras él no estaba miré si tenía algún wa o algo y no había nada. 
Guardé el móvil un poco desilusionada y vi que Elias venía con las bebidas.
– Gracias.- sonreí y tomé un sorbo de mi bebida.- ¿qué has pedido?
– Vodka
– ¿Solo?.- abrí mis ojos sorprendida y asintió.- pero ¿no está muy fuerte?
– Si pero a mi me gusta lo fuerte.- sonrió mirándome con esa mirada que me incomodaba tanto.
– Y dime ¿por qué decidiste venir aquí?
– Por ti.- no quitó la vista de mi
– En serio Elias
– Te estoy diciendo la verdad, tenía esa necesidad de arreglar las cosas y que mejor forma que venir a hablar contigo en persona
– ¿Osea que sólo has venido aquí para hablar conmigo?
– Exacto pero he decidido quedarme un tiempo, ¿quien sabe? quizás esta ciudad es mejor de lo que todos rumorean. 
– Para ser directos, me jodiste bien jodida.- jugué con mi vaso
– Lo sé y por eso quiero hablar contigo pero no aquí, prefiero en otro sitio si no te parece mal
– Vayamos a mi casa.- no sé porque narices dije eso 
– Está bien pues vayamos.- nos fuimos ya que él pagó todo no más llegar


.....


_____ estaba en mi mente todo el rato y no sabía la razón o quizás si, bueno no lo sé, solo quería hablar con ella y pedirle disculpas, me pasé con mi comentario pero ella también aún así quería que las cosas entre nosotros estuvieran bien y no tener ningún tipo de tensión por lo ocurrido. 

– ¿En qué piensas?.- Bea me hizo salir de mi mundo
– Oh, en nada, cosas mías
– Voy yo y me lo creo.- miró el reloj.- dejaremos esta conversación para otra ocasión, ahora tengo que irme que es un poco tarde y Dani pues ya sabes.- sonreímos, después de nuestra ruptura Bea se había convertido en mi mejor amiga, en realidad aún sentía algo por ella pero sabía que no estaría bien volver a retomar lo que en un pasado yo terminé, era guapa y siempre lo sería pero ya no era quien ocupaba mi mente, ahora mismo nadie lo hacia o quizás si.- hasta otro día rubiales.- nos abrazamos y ella se marchó por la puerta


¿Y qué hago yo ahora?, eran las doce de la noche y no tenía sueño, subí a mi taller y decidí pintar, no tenía pensado el qué así que dejaría que mis manos hicieran todo el trabajo. 

Empecé a dibujar una forma que me llevó a pensar algo sucio pero luego cambié de tornas y vi que lo que estaba haciendo era un cuerpo femenino y luego otro masculino, no tenía ni idea de porque en ese momento pensé en _____, sonreí para mi mismo y seguí centrado en mi dibujo, marqué cada detalle de lo que estaba haciendo. 
Estaba satisfecho de lo que estaba pintando, dibujé las manos de la chica sobre el cabello del muchacho, más tarde fui dibujando la forma de la cara de la chica, pinté el cuerpo de las dos personas el pelo del chico sin darme cuenta lo puse rubio, algo parecido al mío y el de la chica castaño claro haciéndome volver a pensar en _____ y cuando por fin lo acabé me di cuenta de que había dibujado a dos personas teniendo sexo y esas dos personas eramos yo y _____. 
¿Qué me estaba pasando y por qué "nos" dibujé? era extraño pero el dibujo en si me gustaba, es decir, no era feo y tenía su parte sensual. De un momento a otro noté un bulto en mi pantalón y mi conciencia hablarme.

– Mira chaval o te la follas ya o vas a acabar atontao
Ya me estás tocando los cojones.-dije hablando solo
– No, de tocarte los cojones ya se encarga ella, tío que te acabas de empalmar con un puto dibujo
– Cállate estúpida conciencia
¿Cuánto tiempo más vas a aguantar?
– No estoy aguantando nada
– Si, vas tú y te lo crees, hablemos de cuantas veces te has masturbado pensando en ella
– ¡Pero si yo nunca me he masturbado pensando en ella!
– ¿Y el día del cine que fuisteis ella, bea y dani y tú qué? bien que te fuiste al baño
– ¡Ya, cállate!
– Ves, ¡es verdad! ella hace que tengas ganas de meneartela
– Eres gilipollas
– Ya sé que tú eres gilipollas, soy tu conciencia 
– Ah, me cansé de ti.- agité un poco mi cabeza, saqué el móvil y le hice una foto al cuadro, lo volví a guardar y ahora si me iba a dormir, eran las dos y me moría de sueño. 

.....

-Ya ya para.-reí por las copas de más que llevabamos
-Creo que la opción de beber más no fue la correcta.-dijo echado en mi sofá
-No pasa nada por una vez.-sonreí 
-¿Qué hacemos ahora?.-preguntó divertido con su voz
-Tengo mucho sueño.-dije bostezando
-Oh pues me voy.-se levantó como pudo pero vi que iba a tropezar así que lo agarré pero eso hizo que sus labios se juntaran con los míos, era extraño besarle de nuevo pero me gustaba. Mis manos decidieron rodear su cuello y atraerle más hacía mi, sus brazos abrazaron mi cintura. Dejé que su lengua entrara en mi boca haciendo que las dos jugaran. Sus grandes manos se posaron bajo mi camiseta haciéndome sentir un leve escalofrío, noté como sus manos subían hasta el cierre de mi sujetador, me hizo reír ya que no podía abrirlo así que para no complicar la cosa me lo quité yo.

.....

Estábamos en mi habitación en pleno acto cuando de repente va y me suena el puto móvil. Colgué y seguí a lo que estaba.
-¿Quien era?.-preguntó Elias
-Bea.-en ese justo momento sentí mis piernas temblar por la embestida que dio. 
De nuevo el maldito teléfono, joder, volví a colgar. 
Cuando quería era inoportuna.
-Sigues tan estrecha como siempre.-susurró en mi oído y solté un leve gruñido

.....

Llamé a _____ para hablar, no sabía muy bien de que pero quería hablar con ella y la muy imbécil me colgó, la volví a llamar y esta vez me contestó, pronuncié su nombre y lo que obtuve fue un PUTO GEMIDO, hostia, hostia, hostia ¿a quien se estaba follando esta? mira, como sea Carlos mañana se lo restregaba en su cara aunque pensándolo bien no creo que Carlos haya ido tan rápido a su casa. ¿Entonces quien podría ser?, _____ no era de las que se tiraban a desconocidos así porque si. Me quedé escuchando "la conversación" y el chico soltó un "sigues tan estrecha como siempre" tío que directo, me tuve que aguantar la risa y seguí escuchando hasta que ella gritó un nombre cual se escuchó a la perfección, me cago en todo lo cagable. Colgué, no quería oír más y menos si el que se la estaba follando era Elias, pero ¿qué?, no entiendo una puta mierda.

.....


Me desperté con un tremendo dolor de cabeza y de coño, ¿por qué narices me dolía el coño?, me moví en mi cama y noté un brazo rodear mi cintura, por favor que no sea Carlos, me di la vuelta y...pero ¿qué cojones?, madre de mi vida y de mi espíritu santo, que esto sea una pesadilla y que dios me pille confesada. 


Me levanté silenciosamente y vi que estaba desnuda, ave maría purisima, busqué mi ropa con los ojos y estaba esparcida por el suelo, ya no iba a rezar, sabía que había tenido sexo con él y eso como que no me ponía de buen humor, buscaba mi sujetador con ansía y vi que estaba debajo de Elias, mierda.


.....



– No creo que sea buena idea que esté aquí.- dije tocándome la nuca
– Vamos a hablar con _____ quiera ella o no.- cuando Bea era cabezota no había nadie que consiguiera convencerla de no hacer lo que tenía en mente. 

Llamó al timbre y nadie contestó, volvió a llamar y nada.


.....


Estaba a punto de poder coger mi sujetador cuando el timbre sonó, ¡me cago en todo! ¿quien llama a estas horas? miré el reloj y eran las dos de la tarde, santa virgen de dios. 
Vi que Elias se estaba despertando, mi cuerpo tembló y lo que hice fue coger como pude el sujetador y salir corriendo hacía el baño. 


¿Qué hice para merecerme esto? dije mirando el techo del baño, parecía gilipollas y lo sabía. Me vestí lo más rápido posible y fui a mi habitación, por sorpresa vi que él ya se había vestido.


– Buenos días.- ¿buenos días? ¿en serio? mira no le tiraba la silla porque no la quería romper. 
– Esto es flipante.- sonreí de medio lado y él hizo mueca de no entender.- ¡ayer estaba borracha y lo único que hiciste fue acostarte conmigo!.- estaba cabreada, y mucho.
– Eh eh eh.- puso las dos manos haciéndome separarme un poco de él.- no te pongas agresiva.- sonrió divertido, encima le parecía gracioso todo, mis ganas de echarme encima y patearle la cara aumentaban. 


.....


– Se están escuchando gritos ¿o me lo parece a mi?.- preguntó Bea
– Creo que te estás volvi...- era cierto, se escucharon gritos, vi que ella se agachó y cogió la llave bajo el felpudo, vaya no era el único que sabía que ahí había una llave. Abrió la puerta y los gritos aumentaban.
– ¿_____? .- llamó Bea pero no obtuvo respuesta


.....


– ¡Pudiste haberme detenido!.- grité encima de él pegandole en el pecho pero él sólo sonreía, me estaba poniendo furiosa.
– No quería detenerte.- ¡dios! encima de gilipollas un puto asqueroso.
– Te voy a partir la cara.- ahora sí que le pegué una bofetada y lo único que obtuve fue que el diera una brusca vuelta en la cama y quedara yo debajo
– Relaja esa mano guapa.- sus manos sujetaban mis muñecas a cada lado de mi cuerpo, intentaba soltarme pero no podía y esto me recordó a ayer con Carlos, joder puta conciencia, no ayudas nada eh. 


''Te jodes''


Vaya mi conciencia tampoco estaba de mi parte, todo de puta madre.


– ¡Suéltame!.- grité y él me besó, si tenía ganas de patearle la cara ahora quería matarlo.


.....


Los gritos cesaron pero se oían ruidos, decidimos subir corriendo arriba y vimos que la puerta de la habitación de _____ estaba abierta. 

La sangre corría por mis venas, ¿qué hacía ese hijo de puta besándola? 


– ¡Suéltala cabrón!.- fui hacía ellos y agarré al chaval de la camisa y lo aparté de ella.- ¡¿pero tú eres gilipollas o qué?!.- quería romperle la cara.
– ¿Y tú quien cojones eres?.- sonrió y me quedé pensando, ¿qué le decía? si le decía mi nombre iba a quedar como un completo gilipollas así que opté por la última opción y esperaba que _____ no me quisiera matar por esto.
– ¡Su novio!.- el chaval comenzó a reírse y eso me tentó a meterle un puñetazo en la cara. Escuché a _____ y a Bea gritar y se me echaron encima para separarme, en verdad quería dejarle con la cara bien arreglada.
– ¡Carlos por favor para!.- gritó ella y vi que tenía que parar, las lágrimas estaban a punto de salir de sus ojos y no quería verla llorar así que paré.
– ¡¿Pero de que vas maricón?!.-las ganas de volver a pegarle seguían ahí.
– ¡Basta!.-gritó Bea.-vamos a aclarar las cosas de una vez.
– ¿Hablas tú o yo?.-contestó el gilipollas y vi que _____ no tenía ninguna intención de contestar.
– De puta madre.-dijo Bea
– Entonces hablaré yo.-sonrió
– Tú cierra la boca.-dijo esta vez _____
– Elias vete anda.-contestó Bea
– Vale, a ver si repetimos lo de ayer noche.-sonrió y le guiño un ojo a ella.


Tiempo muerto, ¿repetir lo de ayer noche? no quería pensar lo que estaba pensando.


– Muérete
– Y tú controla a tu novia.-le iba a meter otro puñetazo en serio pero no quería empeorar las cosas.
– Tú y yo vamos a hablar muy seriamente.-dijo Bea pensando que se refería a mi pero no, era a _____.-¿Me puedes explicar por que ayer cuando te llamé recibí como respuesta un gemido?


Ahí mismo supe la respuesta a mis pensamientos, ellos dos habían tenido sexo y esa imagen venía taladrando mi cabeza y pues no quería que estuviera dentro de ella.


.....


Mierda.


– Estás delirando.-dije nerviosa y Bea sabía cuando yo mentía.
– No me toques los ovarios que no estoy bromeando
– ¿Podemos hablar esto en otro momento?.-sabía que iba a recibir un no por respuesta pero no quería que Carlos escuchara la conversación. Le miré y estaba tenso, lo que me faltaba.
– Carlos salte.-dijo Bea sin mirarle.-por favor
– De acuerdo.-dijo él cerrando la puerta y dejándonos a las dos solas.
– Ahora ya me puedes explicar
– Estaba borracha
– Eso no es excusa
– ¿¡Y que más quieres que diga?!.-a veces me ponía mala de verdad.
– Quiero saber que hacía el contigo aquí
– Ayer me apetecía salir y no quería ir sola así que le llamé
– Joder podrías haberme llamado
– Claro, te llamo y te digo "Ey mira que me la suda todo lo que me digas sobre Carlos porque haré lo que se me antoje pero vayamos a tomar algo"
– Si, podrías haberme dicho eso
– Me hubieras cortado la cabeza
– Prométeme que no saldrás más con él.-dijo con preocupación en los ojos.
– ¿Por qué te cae tan mal?
– Es imbécil
– Lo sé pero eso no es suficiente, algo más tiene que haber
– Estuve saliendo con él y me tocó lo que no me tenía que tocar y desde entonces le tengo un asco y un desprecio que no puedo 
– Vaya.-me quedé asombrada y la miré por unos instantes.
– Sé lo que estás pensando, no pegamos ni con cola y tienes razón.-vaya era cierto, estaba pensando eso.
– Pensaba que estabas enfadada
– Yo no lo estoy
– Yo tampoco
– ¿Entonces?.-reímos
– Ahora dime porque habéis venido Carlos y tú aquí
– Veníamos a hablar de lo que pasó entre vosotros y lo de porque me respondiste con un gemido.-me sonrojé
– Entre Carlos y yo no hay ningún nosotros
– Pues parece que el no se ha enterado y lo ha tomado de otra forma
– Hablaré con él


.....


Bajé al salón mientras las chicas hablaban, de nuevo venía la imagen del subnormal y ella manteniendo contacto, quería haberle arreglado esa cara por haber tocado a _____ aunque claramente 
ella no era nada mío. 

Me cansaba de esperar así que encendí un cigarro y subí a la habitación.


– ¿Habéis acabado de hablar ya?
– Si hemos acabado pero ahora vamos a hablar contigo
– ¿Sobre qué?.-pregunté
– Sobre porque dijiste que eras el novio de _____.- mierda.
– Lo dije para poder retener al idiota de ese.-contesté y sé que Bea no se creyó ninguna de las palabras que dije.
– Gracias.-dijo _____
– De nada
– Casi le rompes la cara al chaval
– Si no me hubierais parado lo hubiera hecho
–Que agresivo.-dijo Bea
– Lo sé


.....


Dejando el tema de Elias atrás, volví a mi vida normal, bueno tampoco es que antes no fuera normal pero ya me entendéis.  Hoy tenía clase de nuevo y tenía ganas de ir, tenía un buen presentimiento y no sabía la razón. Cogí todo lo necesario y fui hacía la casa de Carlos. En el camino empecé a recordar lo de hoy, le agradecí que me alejara de Elias pero lo hizo de una manera extraña, es decir nunca me hubiera imaginado a Carlos ser tan agresivo y que tuviera un humor tan duro pero me gustó que me defendiera.


Fui caminando y llegué hasta a su casa, llamé al timbre y se escucharon unos pasos.


– Hola.-sonrió
– Hola.- le devolví la sonrisa y me dejó pasar
– Vayamos arriba.- esta vez fui yo delante de él y subimos a su taller.


Cuando entramos dejé mi bolso en el sofá que había y miré a Carlos, ¿qu...qué estaba haciendo?

– ¿Qu..qué estás haciendo?.- pregunté y se me notó tartamudear, gilipollas siempre. 
–  Quitarme lo que no necesitaré para esta clase.- sonrió
– Ah, vale.- se quitó la camiseta dios.- ¿y qué vamos a hacer hoy?
– Hoy vas a besarme
– ¿Qué?
–  Que hoy vas a pintarme.- juré que le entendí besarme.- vas a pintar lo primero que se te venga a la cabeza, si piensas en una mierda pinchada en un palo pues la pintas.- reí ante ese comentario y él sonrió.- ¿preparada?
– Creo que si pero tengo que pensar.- miré su torso y se me ocurrió pintarme a mi besándolo, borré esa imagen de mi cabeza y seguí pensando, miré por la habitación y vi un cuadro que estaba tapado, fui hacía él y lo destapé.
– _____ ¿ya has pens..- me quedé mirando la pintura, era asombroso como podía dibujar tan bien y marcar tanto los detalles, era un cuadro sobre sexo pero aún así era increíble.
– Es impresionante.- vi que se puso nervioso.- ¿cuándo lo hiciste?
– Ayer pero no le demos importancia.- lo tapó
– ¿Puedo dibujarlo sobre tu piel?
– No no no
– ¿Por qué?
– Porque no, es mejor que dejemos ese cuadro
– ¿Puedo preguntarte algo?
– Está bien.- suspiró
– ¿En qué te inspiraste para hacer esa pintura?


.....


Ahí si que me había pillado, ¿qué le decía yo ahora? joder Carlos piensa, esto me pasa por teñirme de rubio, me he vuelto tonto.



– No me inspiré en nada, simplemente mis manos lo dibujaron y listo.- dije lo más tranquilo posible y rezando para que no se diera cuenta de que eramos ella y yo los del dibujo.
– Pues está genial
– Gracias.- sonreí y ahora si que era hora de empezar la clase.- coge los colores que quieras, los pinceles o si quieres con las manos pero empieza ya.
– Voy señor quejica.- sonrió y rodé los ojos divertido, me caía bien.


.....


Al final decidí dibujar un león en su pecho, empecé por los ojos que los tuve que dibujar cerca de sus tetillas, me daba risa tener que pintar ahí.

– Me haces cosquillas.- rió 
– Lo siento pero si no te estás quieto no puedo
– Vale ya, ya me paro, sigue.- seguí pintando conforme mi mente veía como quería que fuera el león. Ahora tenía que dibujar la boca y eso quedaba en sus abdominales, vaya. 
Le miré y me miró haciéndome saber que podía tocarle. Posé la pintura que por cierto estaba fría sobre ellos y él se movió un poco, con mi mano derecha fui haciendo los colmillos de arriba, su piel se erizaba por momentos cuando le rozaba.
– ¿Voy bien?.- pregunté dudosa
– Eh, si si.- en un momento me di cuenta de que llevaba dos tatuajes, uno en la parte inferior de la clavícula y otro en el cuello, ¿cómo coño no me di cuenta de que llevaba un dragón en el cuello? gilipollas y ciega, vamos bien. Seguí en mi trabajo cual estaba quedando bastante bien y se me ocurrió pintarle como unos arañazos en el cuello. Me levanté ya que estaba un poco agachada y fui con la pintura a su cuello, él soltó un gruñido y se me erizó la piel ya que lo hizo en mi oído, mierda.- ¿Qué estás haciendo?.- más mierda todavía, no me hacía bien que me hablara justo al oído, me ponía nerviosa y no me gustaba eso.
– Hacerte unos arañazos, con la pintura claramente.- 
– Vale


......



Vi que al final optó por dibujarme un león, buena elección. Cuando vi que lo había acabado subió hacía mi cuello y me puso la pintura, no sé si notó que solté un pequeño gruñido ya que esta pintura estaba fría. Tenía su cuerpo casi pegado al mío y eso no molaba nada, no quería que nada se saliera de mi cuerpo y bueno así no es que fuera fácil ¿qué queréis? soy un tío y si tengo a una tía pegada a mi polla pues uno se calienta y ya está. No os voy a mentir tenía ganas de pegarla contra la pared y que me hiciera arañazos de los de verdad. 
Mis manos actuaron por si solas acariciando lentamente su cintura por debajo de la camiseta, sus manos se apoyaron en mis hombros y la acerqué pegándola contra mi cuerpo cual había sido pintado hace un momento pero eso no me importaba.

–¿Qu..qué haces?.- preguntó mirándome a los ojos
– Acabar lo que un día dejaste a medias.- susurré en su oído 
– ¿De que estás hablando?
– Hace unas semanas me dejaste con un calentón y eso fue de muy mal gusto así que vamos a arreglarlo ahora.