Capítulo dos.

-¿Cómo? no no tía que yo con desconocidos nada.
-Tú vente para aquí o voy a buscarte, no te arrepentirás.


Al final conseguí llegar a casa de Bea, llamé al timbre y me abrió.

-La próxima vez iré a buscarte.- rió.- pasa anda.- me adentré y me encontré con un chico.
-¿Bea?
-Dime.- se puso a mi lado y observó también al chico.- este es Dani
-Buenas.- me dio dos besos y los acepté
-Hola
-Es mi novio por si es lo que querías preguntar.- sonrió y le dio un beso a Dani
-Yo ya me voy.- sonrió.- adiós.- hizo un gesto con la mano
-Adiós cielo.- Bea le besó la mejilla y él salió por la puerta
-Vaya.- dije sorprendida
-Guapo ¿verdad?.- sonrió orgullosa
-Es pasable
-Se nota que eres exigente eh.- se sentó en el sofá
-Ya sabes.- le guiñé un ojo
-Perdóname por lo de antes, no sabía que el taller había cerrado
-No te preocupes
-Te acuerdas que hace un momento te he dicho que conocía a alguien que también le gusta las artes plásticas ¿verdad?
-Si
-Vale pues le he llamado
-Espera ¿es un chico?
-Si.- dijo entusiasmada
-Bea te dije que no quiero estar con tíos durante un tiempo
-Eh eh yo no en ningún momento dije que te fuera a emparejar
-Que nos conocemos y veo tus intenciones.- la miré
-No me mires así tonta, a lo que iba, dentro de quince minutos tenemos que ir a su casa.- sonrió
-¿Qué? ni de coña
-¿Quieres pintar verdad?
-Si.- suspiré porque sabía que Bea iba a salir ganando en esta ''discusión''
-Entonces vendrás conmigo



Salimos de casa de Bei, subimos a su coche y nos pusimos en marcha.

-¿Desde cuándo conduces?.- pregunté
-Desde hace un año
-Me he perdido muchas cosas
-Creo que si.- me miró.- ya estamos.- se quitó el cinturón y apagó el motor
-Genial.- contesté con ironía 
-_____ alegra esa cara
-Lo siento.- bajé del coche
-Venga.- nos acercamos a la puerta y mi querida amiga Bea llamó al timbre, esperamos un rato y nadie abría.
-Nada, no hay nadie.- dije cruzada de brazos
-Calla...- fue interrumpida por el ruido de la puerta
-Bei.- dijo un chico rubio con flequillo.- abrázame anda
-Rubiales.- se abrazaron y se dieron dos besos.- estás muy fuertote eh
-Estoy empezando a ir al gimnasio.- me miró.- ¿ella es mi nueva alumna?
-Oh, si claro, ella es _____.- 
-Encantado
-Igualmente.- sonreí
-Pasad.- abrió más la puerta y nos dejó entrar.
-Gracias.- agregó Bea, fuimos al salón y nos sentamos los tres.
-Y dime ¿qué es lo qué más te gusta hacer?.- me preguntó él
-Me encanta todo que tenga que ver con la plástica pero lo que más fotografiar y pintar cuadros
-Esto está muy bien.- me miró y sonrió, me estaba intimidando un poco.
-Hace bastante calor aquí.- dijo Bea
-¿Queréis que abra las ventanas?
-Si por favor.- volvió a decir Bea, el chaval se levantó, malditos mis ojos que se dirigieron a su culo. Llevaba unos vaqueros ajustados y una camiseta blanca con cuello de v, no voy a mentir, le sentaba bien pero nada más.
-¿Queréis algo de beber?.- preguntó él
-Si, una coca cola estaría bien
-¿Y tú _____?
-No quiero nada gracias.- el chico se fue a por la bebida
-_____ esos ojos se te van.- me miró Bea
-¿Qué?
-Me he dado cuenta de que le has mirado el culo
-¿Qué dices? estás loca
-Ja, a mi no me engañas guapa
-Si lo sé no te hago caso y me quedo en casa tirada en el sofá.- susurré y vino 
-Aquí tienes Bea
-Gracias Carlos.- ¿Carlos? ¿así se llamaba mi supuesto profesor?
-De nada.- sonrió y vaya, tenía una sonrisa bonita.
-Rubiales ¿no tenías tú una habitación con todos tus trabajos?
-Si ¿queréis verla?
-Claro, vamos.- me miró Bea con cara de 'sonríe o mueres' y así hice.


Subimos al segundo piso y Carlos abrió una puerta. Era una habitación muy grande, dos veces mi salón.

-Aquí están.- se apoyó en la puerta
-Estás hecho todo un artista.- contestó Bea y yo me quedé asombrada, fui observando cada uno de los cuadros y eran increíbles, algunos eran retratos de personas, otros eran abstractos y luego había uno de él. Me había quedado muy impresionada, me gustaba todo lo que había, cada cuadro tenía su toque artístico, es verdad que había muchos pero ninguno se parecía con el otro.
-Es asombroso.- pronuncié
-¿Te gustan?.- preguntó 
-Me encantan, yo también pintaba en España pero no de esta forma tan original
-Gracias, me alegro de que te gusten.- me sonrió y le sonreí
-Bueno _____ ¿vas a querer que te de clases o vas a quedarte en tu casa tirada en el sofá?
-Estúpida
-¿Queréis que os deje para que lo discutáis tranquilas?.- soltó una pequeña risa 
-Un minuto, solo uno ¿vale?
-Los que necesitéis.- se marchó y nos dejó a las dos solas en esa inmensa habitación
-Tienes que aceptar
-Tenías razón en lo de que le apasionaba la pintura
-Lo sé pero ¿aceptas o no? venga no pierdas esta oportunidad, te podrá servir para más adelante.-
-¿Cuánto pide?
-Creo que con que te acuestes con él sobra.- rió
-Imbécil.- le pegué en el hombro
-Va va lo siento, pues no lo sé, no se lo he preguntado
-Si es muy caro no puedo
-Tranquila no creo que te cobre mucho, el chaval es muy majo y no me vas a negar que está bueno porque acepto que digas que mi novio es ''aceptable'' pero no acepto que me digas que Carlos es feo
-Algún día de estos te vas a llevar un guantazo, estás muy obsesionada con que me líe con uno y no
-Tía que tienes veinticinco años y acabas de romper con quien tú decías que era el amor de tu vida, ¿si no follas ahora cuándo lo vas hacer?
-Tú siempre tan directa
-No me gusta andarme con rodeos
-Ya se nota ya
-Que nos estamos desviando ¿si o no?
-Está bien acepto, mira que eres pesada
-¡Bien!.- se abalanzó a mi abrazándome 
-Ya ya no me hagas la pelota


Bajamos abajo y Carlos estaba comiéndose una manzana.


-Ya está decidido.- Bea estaba muy emocionada, quizás más que yo.- si que acepta
-Genial ¿cuándo quieres empezar?.- me preguntó
-No sé me da igual la verdad.- sonreí lo más creíble, sabía que Bea iba a hacer alguna trastada suya y me asustaba con estos temas.
-¿Te parece bien mañana?
-Claro
-Todos contentos.- respondió Bei.
-Pues mañana ¿a las cuatro te viene bien?
-A la hora que sea me viene bien, no tengo nada que hacer
-Vale, pues hasta mañana.- nos despedimos de Carlos y salimos de su casa
-Ay mañana por fin empiezas.- canturreó 
-Bea relájate.- dije subiéndome al coche 
-Tía ¿sabes lo contenta que estoy? ¡que vas a follar!
-Pero cállate.- me puse la mano en la cara.- no tienes remedio
-Vas a tener sexo con él, que lo sé yo
-¿Alguna vez has pensado trabajar de vidente? como lo sabes todo
-Anda pues no estaría mal.-arrancó el motor
-Quien me mandaría a mi hacerte caso
-Me adoras.- sonrió
-Tú a mi me preocupas, quizás necesites tú el polvo y no yo
-Perdona eh pero yo ya follo, quiero tu felicidad
-Mira a la carretera y déjate de felicidad ni gilipolleces, de verdad me preocupas
-En el fondo sé que tengo razón.- rió y su risa es contagiosa así que acabamos riéndonos las dos.