Capítulo uno.

Olía a casa nueva y fresca, hoy me mudé a Las Vegas. Toda mi vida he querido vivir aquí y por fin lo he conseguido. Lo malo de esto es que no conocía mucho y temía perderme, soy muy despistada y es algo que me pone muy nerviosa. Tenía dos opciones, una era llamar a Bea para que me enseñara un poco o descubrir por mi misma, sabía que si decidía ir sola terminaría a diez manzanas de mi casa y pues como que no así que decidí llamarla. Sonaban pitidos hasta que por fin lo cogió.


-Bea al habla
-Tú siempre tan tonta.- pronuncié
-Vaya gracias, te recuerdo que puedo colgarte
-Lo sé pero como buena amiga que eres no lo vas a hacer
-Ya veremos
-Bueno boba ¿te acuerdas que te dije que esta semana me mudaba a Las Vegas?
-Si, quieres que te enseñe cosas ¿cierto?
-Ajá
-Está bien pero solo porque me caes bien.- la escuché reír
-En el fondo me amas
-Si pero muy en el fondo
-¿Puedes quedar ahora? estoy impaciente por descubrir que tiene esta ciudad
-Son las nueve de la noche ¿de verdad quieres salir ahora?
-Yes
-Pff de acuerdo pero me vas a invitar a una copa por hacerme vestir ahora, sabes que soy muy vaga
-Como para olvidarse, va mueve ese trasero que tienes y vente a mi casa
-¿En que calle vives?
-En Dick street
-_____ esa calle no existe
-Lo sé.- reí a carcajada
-Mira que eres tonta eh.- rió ella
-Ahora sin bromas, vivo en Fremont street
-Vale, dentro de quince minutos estoy en tu casa como me hagas esperar mucho te tiraré un zapato y te aseguro que no te gustaría tener un tacón implantado en tu cabeza el primer día
-No cambias eh, tú nunca llevas tacones
-Uy, he cambiado aunque no lo parezca, ya no soy esa chica del chandal y deportivas, te sorprenderás
-Miedo me das, te cuelgo que si no no me da tiempo a vestirme, adiós idiota
-Cuida esa boca estúpida.- colgamos las dos




Terminé de plancharme el pelo y un pitido sonó.
-Sube anda.- era Bea, tenía un minuto para coger todo lo necesario, el móvil y el dinero. Llamaron a la puerta.
-Aquí tienes a tu guía.- sonrió
-Wow pues era verdad lo de que me iba a sorprender
-Te avisé, va ¿a dónde quieres ir?
-No lo sé, no me conozco esto.- cerré la puerta y bajamos a la calle.
-¿Quieres ir al El Strip?
-Claro.-nos pusimos en marcha
-Y cuéntame ¿qué tal te fue todo en España?
-Más o menos
-¿Elías?
-Podría ser
-Te ha dejado ¿verdad?
-No, le he dejado yo.- Bea me miró sorprendida
-¿Y eso?
-Me tenía estresada, además no estaba de acuerdo con que me viniera a vivir aquí así que le dejé las cosas claras
-Ole tu coño.- Bea se paró en el sitio.-¡taxi!.- gritó y un taxi se acercó.- vamos monta

Estuvimos hablando por el camino sobre cosas sin mucho sentido hasta que llegamos.

-Quédese con el cambio.- contestó Bea y bajamos.- ya estamos en El Strip ¿quieres ir a tomar algo? por cierto me tienes que invitar a una copa así que tú invitas
-Está bien.- sonreí.- ¿Qué quieres?
-Mmm un Brandy sour coctel
-¿A estas horas? apenas son las diez
-______ te dije que cambié
-Vale vale yo te pido eso.- me acerqué a la barra mientras Bea se sentó en la terraza.
-Camarero
-Dime ¿qué quieres?
-Un Brandy sour coctel y una coca cola
-De acuerdo, espera un momento.
-Vale.- me quedé sentada esperando unos minutos, saqué el móvil y revisé algunos wa, casi todos eran de grupos, bloqueé el móvil, pagué las bebidas y fui a la mesa.


-Tía ¿qué has estado haciendo?
-Pedir
-Jodo pues el camarero si que ha tardado
-Un poco pero aquí tienes lo que querías, yo no tomaría eso a estas horas, sé como te pones después de beber
-_____ tengo veinticuatro años, déjame disfrutar, no quiero volver a mi anterior vida
-Lo he pillado.-tomé un sorbo de mi coca cola
-Y dime ¿después de estar con Elías tuviste algún rollo con otro chico?
-No, quiero mantenerme alejada de los tíos por un tiempo
-A mi no me tomes el pelo que no soy tonta
-No te miento Bea
-Tía te conozco desde hace más de cuatro años y sé que necesitas más echarte un polvo que comer
-No lo digas tan alto.- susurré
-Entonces es verdad.- sonrió e hice una mueca
-Quizás tengas razón pero no me voy a acostar con nadie
-_____ te acabas de mudar a Las Vegas
-Ya ¿y?
-¿No sabes que mote tiene esta ciudad?.- me miró picaramente, miedo me daba.
-No
-La ciudad del sexo.- abrí los ojos como platos.- te tienes que informar más eh.- me guiñó el ojo
-Y me informé pero no de eso exactamente.- suspiré 
-Dejemos este tema, dime ¿en que vas a trabajar?
-Algo que tenga que ver con artes plásticas.- sonreí
-Tu pasión por pintar no ha cambiado
-Ya me conoces, adoro dibujar, pintar, hacer esculturas y fotografiar
-Conozco un taller que no está muy lejos de aquí podrías ir a preguntar
-¿Cómo se llama?.- pregunté interesada
-Beautiful soul, espera que creo que tengo una tarjeta por aquí.- cogió el bolso y rebuscó
-Madre santa si parece que llevas tu casa entera dentro
-Ya, creo que me he pasado.- siguió rebuscando.- aquí está toma.- me la entregó y la cogí, en la tarjetita ponía la dirección y era cierto, estaría a unas dos o tres manzanas de aquí.
-Mañana quizás vaya para informarme como es debido
-Será lo mejor.- rió.- ¿nos vamos?.- asentí.


Eran las diez y pico de la noche y en este barrio estaba todo abierto así que miramos ropa, complementos, maquillaje y algunos discos de música, todo estaba tan...tan vivo, podrían ser la hora que fuera y aún habría gente por la calle, era asombroso. Pasó media hora y me despedí de Bea, al final me acompañó a casa, ay como la quiero, si no fuera por ella ya estaría perdida.


Subí a casa, abrí la puerta y lo primero que hice fue tirarme al sofá, estaba cansada, al parecer esta ciudad tenía muchas sorpresas y yo iba a descubrirlas. Primera anotación, debo informarme bien sobre los motes de las ciudades.



....



Dolor de espalda es lo que tenía, no sé en que postura dormí pero dolía que lo flipas. Me levanté de la cama y fui a ducharme, hoy iría al taller ese que me dijo Bea para ver si tenía alguna posibilidad de entrar. Encendí el agua y la puse templada, me adentré y me enjaboné el pelo, el cuerpo y todo. Me aclaré bien y salí, me sequé el pelo con el secador y lo dejé al natural, sin plancha ni nada, me puse unos vaqueros negros con una camiseta básica blanca, cogí mis botas y una chaqueta de cuero. Me puse la raya, cogí el móvil y salí de casa.


Tenía que ir a la calle Russell, ¿y dónde narices estaba? madre, ya me veo perdida. Por suerte tenía el mapa en el móvil así que lo saqué y me fui guiando más o menos hasta que llegué sana y salva, miré el letrero y si, ese era el taller. Fui a abrir la puerta y estaba cerrado. Saqué la tarjeta de mi bolsillo trasero, miré por detrás y no ponía nada de que hubieran cerrado, me acerqué al cristal y ahí lo vi, cerrado por pocos clientes...pues vaya puta mierda. Me senté en el borde y mi móvil comenzó a vibrar. Lo descolgué


-Vas a morir.- dije un poco enfadada
-Lo siento, te juro que no me acordé de que cerraron
-¿Y ahora qué hago yo?
-Ya sé, vente hacía mi casa, conozco a alguien que también le apasiona la pintura como a ti y creo que daba clases
-¿Cómo? no no tía que yo con desconocidos nada.
-Tú vente para aquí o voy a buscarte, no te arrepentirás.